Debemos ser agradecidos con Dios porque él nos ha bendecido, él nos ha dado salvación y vida eterna. Debemos ser agradecidos con Dios porque nos ha protegido, nos ha sostenido y nos ha ayudado en cada adversidad que hemos tenido en la vida
Debemos
ser agradecidos con Dios porque él nos ha bendecido, él nos ha dado salvación y
vida eterna. Debemos ser agradecidos con Dios porque nos ha protegido, nos ha
sostenido y nos ha ayudado en cada adversidad que hemos tenido en la
vida...
¿Por qué
debemos ser agradecidos con Dios?
Debemos
tener presente que cuando el Señor Jesús sanó a diez leprosos sólo uno volvió
para darle gracias, y el Señor preguntó “¿Dónde están los otros nueve?”.
Entonces para el Señor es valioso un corazón agradecido.
1) En primer lugar es muy importante ser
agradecidos con Dios porque ha sido nuestro proveedor y nuestro pastor. Él es
nuestro poderoso y bendito Salvador. Además es Aquel que siempre escucha
nuestras oraciones y nos ayuda de la mejor manera, pues todo lo hace por amor y
de acuerdo a su buena voluntad.
Seguramente
ha sido incómodo y quizá molesto, cuando vemos la conducta de personas
desagradecidas. Hay quienes son desagradecidos con sus padres, con la empresa
donde trabajan, con su país y hasta con Dios mismo.
Pero
la palabra de Dios nos enseña que nosotros debemos ser agradecidos con Dios
porque esa es su voluntad. 1 Tesalonicenses 5:18
“Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús”.
2) En segundo lugar debemos tener en cuenta que
en el contexto el apóstol Pablo viene hablando de la conducta que se espera de
aquella persona que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús.
Nos
habla también de la importancia de la persona y obra del Espíritu Santo en
nuestra vida y en la vida de la iglesia local.
3) En tercer lugar podemos ver que una de las
virtudes que debe tener un cristiano, uno que ha nacido de nuevo y ha sido
sellado con el Espíritu Santo, es ser agradecido con Dios; y no sólo se lo dijo
Pablo por el Espíritu Santo a los tesalonicenses, también se lo escribió a la
iglesia de Efeso:
“Dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo” Efesios 5:20.
Entonces
aquí vale la pena preguntarnos ¿Por qué el Espíritu Santo motivó a Pablo
a insistir en este tema? Lo más probable es que los seres humanos tenemos la
tendencia a ser desagradecidos, a olvidarnos de los beneficios recibidos.
Pero, como
vemos aquí la voluntad de Dios es que seamos agradecidos con su amor y cuidado
diario. Un corazón agradecido no sólo reconoce cuan bueno es Dios, sino que
valora todas las bendiciones y privilegios que el Creador le ha dado.